La necesidad de la videovigilancia en ciudades inteligentes

Las ciudades inteligentes no son únicamente el futuro, sino que ya pueden considerarse una realidad. Nueva York, París y Londres ocupan los principales puestos como smart cities. Consideradas como metrópolis que utilizan las nuevas tecnologías para ser más sostenibles y prósperas, en 30 años se estima que el 70% de la población mundial vivirá en estos núcleos urbanos sostenibles, tal y como ha avisado la Organización de Naciones Unidas (ONU). Entre los aspectos de estas urbes del futuro, es imprescindible poner de manifiesto la necesidad de la videovigilancia en ciudades inteligentes.

Dicha necesidad puede entenderse mediante el análisis realizado por la OCDE, donde se avisa que «hemos presenciado un crecimiento y una prosperidad sin precedentes en las pasadas décadas, con el tamaño de la economía mundial triplicándose y la población llegando a más de 300.000 millones de personas desde 1970». El futuro aumento de población, considera el organismo, requiere de soluciones que garanticen la eficiencia de las ciudades y su seguridad.

Para ello, el uso de videovigilancia en ciudades inteligentes se perfila como la mejor solución, ya que los avances tecnológicos permiten identificar no solo posibles actividades delictivas, sino prevenir accidentes de tráfico o mejorar la eficiencia energética de manera global.

Por supuesto, la videovigilancia en las ciudades del futuro tiene un gran reto, y es el de la privacidad. Mediante la influencia de la literatura distópica, son muchas las voces que se preguntan cómo implantar cámaras de seguridad en ciudades inteligentes sin que se produzcan usos no deseados o no se respete la privacidad. Sin embargo, la videovigilancia lleva tiempo implantada en muchos lugares con resultados más que satisfactorios. En Barcelona, por ejemplo, las cámaras IP en exteriores son más que habituales.

 

¿Cómo puede ayudar la videovigilancia en ciudades inteligentes?

 

La ciudad con más cámaras de videovigilancia del mundo es, precisamente, Pekín. Con unos 20 millones de personas, el hecho de que la superpoblada capital china ocupe este primer puesto ha preocupado a algún sector de la sociedad por lo cerrado que es el país asiático.

Pero la videovigilancia está más que implantada también en los países más preocupados por la privacidad y el buen uso de la imagen personal. Tras Pekín, las dos ciudades con más cámaras de seguridad del mundo son Londres y Chicago. Ejemplos que dan motivos más que de sobra para apostar por la videovigilancia en ciudades inteligentes.

Sin embargo, ¿cuánto puede ayudar la videovigilancia en materia de seguridad? La respuesta dice tenerla Microsoft, en su proyecto realizado en India bajo el nombre de Surat ciudad segura. En dicha urbanización, el ayuntamiento decidió participar en una prueba piloto organizada por el gigante informático para desarrollar un centro cívico virtual y un mapa donde gestionar mejor los servicios de mensajería. Además de prevenir las actividades delictivas mediante cámaras de seguridad.

El resultado que obtuvo la iniciativa impuesta por Microsoft con las directrices de la policía local fue de una reducción del crimen en un 27%.

 

Implantación de las ciudades inteligentes

 

La videovigilancia es una de las premisas principales de las ciudades inteligentes del futuro. Gracias a ella, las metrópolis pueden mejorar la seguridad al mismo tiempo que se reduce el consumo energético y los costes que supone.

Las ciudades inteligentes implantan medidas como sensores alrededor de las áreas públicas junto a cámaras de seguridad, ya que de esta forma es posible recoger datos de muchos aspectos de la vida urbana.

A partir de todos estos datos es posible crear grandes bases de datos que sirven para prevenir las actividades delictivas, pero la videovigilancia en ciudades inteligentes también sirve para una mejor optimización del tráfico, un uso eficiente de la energía y la reducción de los residuos. Barcelona, por ejemplo, ha logrado una mejoría de la seguridad gracias a las cámaras de vigilancia instaladas en la ciudad.

En relación a los posibles abusos de privacidad, los encargados de Microsoft en desarrollar el proyecto en la ciudad de Surat afirman que, pese al gran debate que hay en relación al uso de las cámaras, su afectación a la privacidad es mínima en comparación con todo lo que empresas como Google, Facebook o Uber llegan a guardar. Y, en estos casos, son empresas privadas que podrán usar dicha información en beneficio propio, mientras que la videovigilancia en ciudades inteligentes es utilizada únicamente por las autoridades competentes.

Ya en nuestros días, la videovigilancia en ciudades inteligentes está presente en aeropuertos, puertos, redes ferroviarias y en puntos clave para la seguridad nacional. Aun así, de momento no hay un estándar internacional que especifique cómo colocar las cámaras de seguridad en las smart cities, algo que se espera llegue en un futuro próximo. Al fin y al cabo, aunque estén aquí aún son muy recientes las ciudades inteligentes.

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